En el tema de la alimentación hay muchas cosas importantes que la
mayoría desconoce y he considerado hablar de ellas después de
informarme. Si te interesa tu salud, te interesa leer este artículo que
voy a resumir con un par consejos y aprovecharé para explicar
genéricamente el tema del refinado y los productos integrales:
Cambia la sal refinada por sal natural sin refinar:
Existen varios tipos de sal (marina, de manantial, de roca, de la barba de Chuck Norris, etc)
La
composición de cada tipo de sal varía, pero se puede decir que todas
las sales extraídas con su proceso original (por evaporación en caso de
la marina o de manantial) y antes de ser procesadas, contienen además de
Cloruro Sódico como elemento principal (en casi un 90%), todo tipo de
minerales naturales (hasta 82 elementos y oligoelementos) que ejercen un
efecto saludable y necesario para el organismo.
Una vez extraída
la sal natural, por motivos que la gente desconoce, se pasa por un
proceso de refinado. Durante este proceso además de blanquear la sal, se
le extraen todo tipo de minerales anexos, eliminando ese 10% de
elementos y oligoelementos que proporcionaba al Cloruro Sódico de la sal
un equilibrio perfecto para hacerlo saludable y dejando únicamente ese
cloruro de sodio puro, que tomado por sí sólo es muy perjudicial para la
salud, especialmente a largo plazo, y ésta es por tanto la sal que se
vende y se consume comúnmente.
Así que por desgracia, cuando hablamos
de sal, damos por sentado de que se trata de sal refinada (cloruro
sódico). Es decir se filtra el grano de sal, blanqueándolo y
extrayéndole todos sus componentes extras con propiedades beneficiosas
para la salud, y convirtiéndola en todo lo contrario, un producto
peligroso para nuestra salud.
La buena noticia es que también se
vende sal natural sin refinar, aunque es más difícil de encontrar, ya
que es un producto que se vende poco, pues la gente lo desconoce y
tiende a comprar siempre la sal común que venden en cualquier
supermercado, a pesar de que el precio es similar y la salud lo notaría.
La sal refinada es
100% cloruro de sodio, y esto es veneno para el organismo si se toma
tal cual está en la sal refinada. De ahí la famosa dieta baja en sodio, y
la insistencia de los médicos de disminuir la toma de sal (dando por
sentado que es refinada, pues es la que venden comúnmente)
La sal natural sin refinar
contiene además del sodio, decenas de elementos como magnesio, potasio,
zinc, yodo, etc… y otros muchos oligoelementos necesarios para la vida
combinados en su justa medida para contrarrestar los efectos negativos
que tendría tomar el cloruro de sodio exclusivamente “a palo seco”. De
modo que tomar sal sin refinar es vida y salud para el organismo porque
contiene todos los minerales combinados en su justa medida tal y como se
ha dispuesto en la naturaleza.
Mucho mejor que un refresco tipo
Aquarius para reponer a un ciclista fatigado, sería un vaso de agua con
sal marina natural sin refinar. Con eso se dice todo ¿verdad?
¿Por qué se refinan los productos?
Una
frase que leí en este tipo de artículos y que me hizo gracia es el
comentario indignado que hacen acerca de que “Nadie sabe por qué refinan
la sal si cuesta lo mismo refinarla que no refinarla y sabiendo que
refinada es perjudicial para la salud, mientras que sin refinar es muy
sana para consumir, es más, se ahorrarían el trabajo del refinado”. Lo
cierto es que sí hay una respuesta para esto, pero no voy a hablar de
ello porque entraría en temas demasiado siniestros y conspirativos,
delicados para algunos y absurdos para otros.
De hecho, cuando
este tema es tratado abiertamente, en el caso de la sal se suelen dar
respuestas estúpidas del tipo: “la sal se refina porque así se obtiene
un color y una presentación blanqueada mucho más pura y atractiva para
el consumidor” Pues a mí me vais a perdonar pero no me creo que el
factor sabor (mas sabrosa la natural que refinada) y el factor salud
(vender salud o vender veneno) tengan menos peso que el factor visual
del producto (una presentación y un color más bonito).
Sí es
cierto que en algunos productos como la miel refinada por ejemplo (la
miel que venden muy barata en supermercados) tenga sus ventajas
económicas y de producción, ya que al refinarla creo que aprovechan más
cantidad de producto y esas cosas, aunque no esté justificado jugar con
la salud de los consumidores, pero al menos tiene una explicación de
codicia y desempatía de la industria hacia el consumidor. En el caso de
la miel refinada es curiosísimo, porque después del refinamiento, la
miel deja de ser miel literalmente, pues su principio que es el polen,
es refinado (extraído) junto con otros elementos importantes,
convirtiendo la miel en un subproducto insano. Esto se evita comprando
miel natural.
El patrón común en todos los casos de refinamiento
es que conviertes un producto saludable en un producto insano o incluso
en veneno, como es el caso de la sal y el azúcar blanco. Así que la
pregunta del millón es ¿Por qué se permite esto desde el punto social,
industrial, político y médico? Puede que algunas empresas y pequeñas
industrias pequen de ignorancia ante estas cosas, pero cuánto más alto
miras, más consciencia de lo que se hace existe, así que yo considero
que sólo hay una respuesta posible, y no voy a hablar de ella como he
comentado anteriormente, lo dejo a tu imaginación.
El caso es que
hoy día todo producto industrial básico es refinado (azúcar, sal,
harinas, cereales, etc) y por eso cuando hablamos de un producto
integral, hace referencia a que no está refinado y se encuentra en su
estado original, antes de someterse a procesos de filtrado que eliminan
vitaminas, minerales, encimas, aminoácidos, grasas, agua y carbohidratos
necesarios para el consumidor que ayudan a asimilar la ingestión en su
forma total.
Cómo distinguir una sal de la otra y dónde comprar:
Una
opción segura es ir a tiendas naturistas y pedir sal marina natural no
refinada. La pega es que te saldrá más cara. Un consejo es que no caigas
en la trampa de comprar sal porque ponga que es natural o algo similar,
asegúrate de que se trata de sal sin refinar. Pues la sal refinada
también pueden llamarla sal natural, o empaquetarla con el lema
“producto natural sin colorantes ni conservantes”, pero eso no te dice
si la sal es refinada o no. El tema de añadidos químicos es otro, que
evidentemente también hay que evitar comprar sal que tenga algún tipo de
químico añadido como antiaglomerantes o antiapelmazantes.
Otra
opción es buscar pacientemente en el mercado un sitio dónde tengan este
tipo de sal. Es difícil pero si buscas bien puedes encontrar algunas
marcas de sal sin refinar en algunos supermercados comunes,
especialmente los que tengan sección ecológica o algo similar.
No
compres sal de mesa, ni sal común, son sales refinadas en mayor o menor
medida. Tampoco compres cualquier sal yodada o fluorada
artificialmente.
En cualquier caso es importante fijarse bien,
muchas veces pone simplemente como ingredientes: sal marina, pero esto
no significa que no esté refinada. Normalmente suele poner en alguna
otra parte del paquete que es refinada, y si no lo pone mejor dar por
hecho que lo está a menos que especifique lo contrario, pues cuando un
producto es natural sin refinar se suele hacer gala de ello en el
envoltorio precisamente para mejorar su venta mostrando la calidad
ecológica y natural. Tampoco os fijéis en si la sal es más fina o más
gruesa porque también venden sal gruesa refinada.
Cambiar el azúcar refinado por azúcar natural sin refinar:
Respecto al azúcar refinada se podría hablar mucho más e incluso más seriamente, pero para ahorrar trabajo simplemente busca en Google: azucar dulce veneno.
Ahora
si quieres un producto alternativo al veneno del azúcar refinado,
compra azúcar integral de caña o algo similar. Recuerda que este azúcar
tiene un color amarronado, pero no lo confundas con algunos azúcares
morenos que venden y que son azúcares blancos refinados al que le han
añadido colorante para hacerlo moreno (sólo de color).
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