viernes, 20 de abril de 2012

Info de productos refinados y beneficios de sal integral vs peligros de sal refinada.

En el tema de la alimentación hay muchas cosas importantes que la mayoría desconoce y he considerado hablar de ellas después de informarme. Si te interesa tu salud, te interesa leer este artículo que voy a resumir con un par consejos y aprovecharé para explicar genéricamente el tema del refinado y los productos integrales:

Cambia la sal refinada por sal natural sin refinar:
Existen varios tipos de sal (marina, de manantial, de roca, de la barba de Chuck Norris, etc)
La composición de cada tipo de sal varía, pero se puede decir que todas las sales extraídas con su proceso original (por evaporación en caso de la marina o de manantial) y antes de ser procesadas, contienen además de Cloruro Sódico como elemento principal (en casi un 90%), todo tipo de minerales naturales (hasta 82 elementos y oligoelementos) que ejercen un efecto saludable y necesario para el organismo.

Una vez extraída la sal natural, por motivos que la gente desconoce, se pasa por un proceso de refinado. Durante este proceso además de blanquear la sal, se le extraen todo tipo de minerales anexos, eliminando ese 10% de elementos y oligoelementos que proporcionaba al Cloruro Sódico de la sal un equilibrio perfecto para hacerlo saludable y dejando únicamente ese cloruro de sodio puro, que tomado por sí sólo es muy perjudicial para la salud, especialmente a largo plazo, y ésta es por tanto la sal que se vende y se consume comúnmente.
Así que por desgracia, cuando hablamos de sal, damos por sentado de que se trata de sal refinada (cloruro sódico). Es decir se filtra el grano de sal, blanqueándolo y extrayéndole todos sus componentes extras con propiedades beneficiosas para la salud, y convirtiéndola en todo lo contrario, un producto peligroso para nuestra salud.

La buena noticia es que también se vende sal natural sin refinar, aunque es más difícil de encontrar, ya que es un producto que se vende poco, pues la gente lo desconoce y tiende a comprar siempre la sal común que venden en cualquier supermercado, a pesar de que el precio es similar y la salud lo notaría.

La sal refinada es 100% cloruro de sodio, y esto es veneno para el organismo si se toma tal cual está en la sal refinada. De ahí la famosa dieta baja en sodio, y la insistencia de los médicos de disminuir la toma de sal (dando por sentado que es refinada, pues es la que venden comúnmente)
La sal natural sin refinar contiene además del sodio, decenas de elementos como magnesio, potasio, zinc, yodo, etc… y otros muchos oligoelementos necesarios para la vida combinados en su justa medida para contrarrestar los efectos negativos que tendría tomar el cloruro de sodio exclusivamente “a palo seco”. De modo que tomar sal sin refinar es vida y salud para el organismo porque contiene todos los minerales combinados en su justa medida tal y como se ha dispuesto en la naturaleza.

Mucho mejor que un refresco tipo Aquarius para reponer a un ciclista fatigado, sería un vaso de agua con sal marina natural sin refinar. Con eso se dice todo ¿verdad?

¿Por qué se refinan los productos?
Una frase que leí en este tipo de artículos y que me hizo gracia es el comentario indignado que hacen acerca de que “Nadie sabe por qué refinan la sal si cuesta lo mismo refinarla que no refinarla y sabiendo que refinada es perjudicial para la salud, mientras que sin refinar es muy sana para consumir, es más, se ahorrarían el trabajo del refinado”. Lo cierto es que sí hay una respuesta para esto, pero no voy a hablar de ello porque entraría en temas demasiado siniestros y conspirativos, delicados para algunos y absurdos para otros.

De hecho, cuando este tema es tratado abiertamente, en el caso de la sal se suelen dar respuestas estúpidas del tipo: “la sal se refina porque así se obtiene un color y una presentación blanqueada mucho más pura y atractiva para el consumidor” Pues a mí me vais a perdonar pero no me creo que el factor sabor (mas sabrosa la natural que refinada) y el factor salud (vender salud o vender veneno) tengan menos peso que el factor visual del producto (una presentación y un color más bonito).

Sí es cierto que en algunos productos como la miel refinada por ejemplo (la miel que venden muy barata en supermercados) tenga sus ventajas económicas y de producción, ya que al refinarla creo que aprovechan más cantidad de producto y esas cosas, aunque no esté justificado jugar con la salud de los consumidores, pero al menos tiene una explicación de codicia y desempatía de la industria hacia el consumidor. En el caso de la miel refinada es curiosísimo, porque después del refinamiento, la miel deja de ser miel literalmente, pues su principio que es el polen, es refinado (extraído) junto con otros elementos importantes, convirtiendo la miel en un subproducto insano. Esto se evita comprando miel natural.

El patrón común en todos los casos de refinamiento es que conviertes un producto saludable en un producto insano o incluso en veneno, como es el caso de la sal y el azúcar blanco. Así que la pregunta del millón es ¿Por qué se permite esto desde el punto social, industrial, político y médico? Puede que algunas empresas y pequeñas industrias pequen de ignorancia ante estas cosas, pero cuánto más alto miras, más consciencia de lo que se hace existe, así que yo considero que sólo hay una respuesta posible, y no voy a hablar de ella como he comentado anteriormente, lo dejo a tu imaginación.

El caso es que hoy día todo producto industrial básico es refinado (azúcar, sal, harinas, cereales, etc) y por eso cuando hablamos de un producto integral, hace referencia a que no está refinado y se encuentra en su estado original, antes de someterse a procesos de filtrado que eliminan vitaminas, minerales, encimas, aminoácidos, grasas, agua y carbohidratos necesarios para el consumidor que ayudan a asimilar la ingestión en su forma total.

Cómo distinguir una sal de la otra y dónde comprar:
Una opción segura es ir a tiendas naturistas y pedir sal marina natural no refinada. La pega es que te saldrá más cara. Un consejo es que no caigas en la trampa de comprar sal porque ponga que es natural o algo similar, asegúrate de que se trata de sal sin refinar. Pues la sal refinada también pueden llamarla sal natural, o empaquetarla con el lema “producto natural sin colorantes ni conservantes”, pero eso no te dice si la sal es refinada o no. El tema de añadidos químicos es otro, que evidentemente también hay que evitar comprar sal que tenga algún tipo de químico añadido como antiaglomerantes o antiapelmazantes.

Otra opción es buscar pacientemente en el mercado un sitio dónde tengan este tipo de sal. Es difícil pero si buscas bien puedes encontrar algunas marcas de sal sin refinar en algunos supermercados comunes, especialmente los que tengan sección ecológica o algo similar.

No compres sal de mesa, ni sal común, son sales refinadas en mayor o menor medida. Tampoco compres cualquier sal yodada o fluorada artificialmente.

En cualquier caso es importante fijarse bien, muchas veces pone simplemente como ingredientes: sal marina, pero esto no significa que no esté refinada. Normalmente suele poner en alguna otra parte del paquete que es refinada, y si no lo pone mejor dar por hecho que lo está a menos que especifique lo contrario, pues cuando un producto es natural sin refinar se suele hacer gala de ello en el envoltorio precisamente para mejorar su venta mostrando la calidad ecológica y natural. Tampoco os fijéis en si la sal es más fina o más gruesa porque también venden sal gruesa refinada.

Cambiar el azúcar refinado por azúcar natural sin refinar:
Respecto al azúcar refinada se podría hablar mucho más e incluso más seriamente, pero para ahorrar trabajo simplemente busca en Google: azucar dulce veneno.

Ahora si quieres un producto alternativo al veneno del azúcar refinado, compra azúcar integral de caña o algo similar. Recuerda que este azúcar tiene un color amarronado, pero no lo confundas con algunos azúcares morenos que venden y que son azúcares blancos refinados al que le han añadido colorante para hacerlo moreno (sólo de color).

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