El caso es el mayor escándalo sanitario de la historia moderna de Francia. Los laboratorios Servier, un gigante de la industria farmacéutica europea, vendieron entre 1976 y 2009 cerca de 245 millones de cajas de Mediator, un quitahambre
indicado para diabéticos con sobrepeso, pero que era consumido sobre
todo por gente sobrada de kilos y sin diabetes. Cinco millones de
personas tomaron durante 33 años este adelgazante elaborado con
benfluorex, una sustancia que, según se probó en 2009, produjo
patologías cardiopulmonares mortales a centenares de personas. Al menos 500 consumidores, según la Agencia del Medicamento, fallecieron por ingerir Mediator.
Otros estudios elevan la cifra de víctimas mortales hasta las 1.320.
Ayer, el médico, fundador y presidente del laboratorio, Jacques Servier,
de 90 años, se sentó en el banquillo para afrontar un primer proceso
por engaño agravado.
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